Medios de comunicación y manipulación - primera parte
En la actualidad, cualquier persona medianamente enterada sabe (o está casi segura de ello) que la mayoría de medios de comunicación oculta o bien distorsiona la realidad.
En esta fase del capitalismo en la que nos encontramos, los medios de comunicación cumplen varias funciones: mantienen idiotizada a la población, a la vez que saquean los bolsillos de los ciudadanos vendiéndoles una basura mediática que consumen con avidez. Es decir, negocio redondo: "te envilezco, tú me pagas por ello y hasta me das las gracias".
Y quienes todavía dudan de que el imperialismo (léase EE.UU, Europa y todos sus cómplices) usa conscientemente a los medios de comunicación para tan sucia tarea, pueden leer lo que recomiendan antiguos manuales y magazines norteamericanos.
Edward I. Bernays llamó a las relaciones públicas "ingeniería del consentimiento" y las escuelas norteamericanas aplicadas a la formación de publicistas de este cuño basan sus enseñanzas en tres preceptos generales sintomáticos de la relación básica entre comunicación y persuasión:
1° Estudiar, analizar y evaluar la opinión pública.
2° Aconsejar al cliente sobre las mejores maneras de aprovechar la corriente de opinión que con certeza existe.
3° Desplegar sus aptitudes valiéndose de los medios de comunicación para educar a las personas e influir sobre las que forman el "público" especial que ha estudiado y analizado.
De un análisis no excesivamente minucioso de estas normas se desprende que el comunicado se considera como una mercancía: droga de persuasión.
Tomado de:
Biblioteca Salvat de Grandes temas. "Las noticias y la información", 1975.
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