El 1º de mayo se celebra la lucha del proletariado internacional contra el sistema capitalista. Recordamos a los grandes combatientes que lucharon por la dignidad y la justicia social. Esta fecha es más conocida como el Día del Trabajo, pero qué tipo de trabajo se podría celebrar hoy.
El trabajo debería permitir el desarrollo integral de las personas, y no ser una herramienta de explotación y de alienación de las grandes masas, que solo sirve para que una minoría se enriquezca más y se perpetúe en el poder, gracias a este sistema capitalista depredador.
El capitalismo es el causante de la crisis, de los despidos masivos, del cierre de fábricas y del alza del costo de vida. Es culpable de que los trabajadores tengan sueldos bajos y malas condiciones de trabajo. Esta explotación no solo atenta contra los seres humanos sino que destruye el único lugar que tenemos para vivir: el planeta Tierra.
El capitalismo es insostenible y no puede continuar. Debemos luchar por transformar este sistema explotador sin perspectivas de desarrollo. Es nuestra obligación como jóvenes participar activa y decididamente en las acciones de protesta realizadas por el pueblo.
Pero no permitamos que los partidos politiqueros dizque socialistas y nacionalistas se aprovechen de esta lucha y nos utilicen. Luchemos contra esta falsa democracia, que cada cinco años monta el circo electoral para seguir eligiendo a los explotadores de siempre y a sus títeres que solo saben hablar bien, y que se enriquecen a costa de la sangre del pueblo. La realidad nos ha demostrado que el camino electoral es una farsa y que cada gobernante llega al poder solo para llenarse los bolsillos.
La masa popular debe rechazar todo tipo de engaños electorales y luchar de forma unificada para lograr la verdadera transformación de nuestra sociedad donde el poder sea ejercido por el pueblo.
Luchemos de forma organizada por la muerte del sistema capitalista depredador, por una nueva sociedad con trabajo digno, con una mejor calidad de vida, sin explotados ni explotadores, donde impere la justicia, el respeto por el ser humano y por la naturaleza.
El pueblo, y principalmente los jóvenes, estamos llamados a luchar por estos cambios.
¡JUVENTUD CONSCIENTE JAMÁS SERÁ SIRVIENTE!
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