La televisión basura
En menos de una década nuestra programación televisiva se ha degradado a niveles nauseabundos. Ya no existen programas de reflexión, de enriquecimiento espiritual, de sano esparcimiento. Hoy por hoy, la televisión basura (Magaly, Laura Bozzo, La casa de los secretos, El valor de la verdad, y toda la chismografía que se disfraza de noticiero serio, etc.) se ha entronizado en nuestro horizonte cultural y nos hemos acostumbrado a ella., al punto de convertirse en una adicción para gran parte de los mortales.
Marco Aurelio Denegri, con su consabida agudeza, desnuda la verdadera intención de la televisión basura y nos alerta contra ella para que, antes de que se vuelva adictiva, logremos zafarnos de su control.
La TV basura se ha convertido en un tópico; pero no se advierte cuán peligrosa es.
Lo verdaderamente peligroso es la capacidad de asimilación de la basura que tiene el televidente término medio, y el carácter adictivo de ésta.
La TV basura tiene un propósito, velado o manifiesto, de 'reducir cabezas' para tener gente manipulable.
La adicción a la TV basura es un camino sin retorno.
La persona juiciosa, inteligente, estudiosa, despierta, no se detiene a tener trato con indigentes espirituales, sin vida ni contenido interior.
La TV basura empobrece y reduce los intereses.
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