"La golosina visual. Imágenes sobre el consumo"
Con "La golosina visual", Ignacio Ramonet disecciona la cultura televisiva y fílmica de nuestra civilización occidental, después de lo cual nadie medianamente consciente puede permanecer impasible. Desde los noticieros hasta las películas de guerra, pasando por los spots publicitarios, las comedias y las series policiales, Ramonet no deja estatua con cabeza y nos descubre la intención consciente de manipulación y atontamiento que se esconde detrás de productos supuestamente "artísticos" o "entretenidos".
Hace algunos años, uno de los cientos de multimillonarios norteamericanos reconoció públicamente, para sorpresa de periodistas e intelectuales, que la lucha de clases existía y que su clase la estaba ganando. Efectivamente, la burguesía, más que ninguna otra clase, se ha servido de los medios de comunicación para transmitir e instalar su concepción del mundo en las conciencias de miles de millones de personas que habitan nuestro planeta. Es así como ha logrado neutralizar el pensamiento crítico, la solidaridad, el trabajo colectivo, la rebeldía consciente, el compromiso con ideales superiores, la capacidad de indignación, la lucha por una sociedad justa.
A través de aproximadamente seis décadas de uso persistente de los medios de comunicación (sobre todo TV, cine y, recientemente, Internet), la burguesía ha logrado que la mayoría de personas, especialmente los jóvenes, tengamos grabado a fuego su credo: el becerro de oro como único dios, el estúpido consumismo como hábito, el individualismo patológico como norma de conducta, la belleza física y la obtención de la pareja ideal de acuerdo con la estética occidental como ideales máximos por los que hasta se puede morir o matar.
Es así que el libro de Ramonet se torna indispensable para iniciar el camino de desalienación obligado en toda persona que aún conserva un poco de humanidad y aspira a romper las cadenas mentales que la unen a este sistema salvaje, injusto y depredador.
Y, sobre todo, debemos leer a Ramonet todos aquellos jóvenes aprendices de periodistas y comunicadores, pues nuestro destino será ser uno más en la fila de profesionales soberbios, adocenados e intrascendentes que pululan en cualquier rincón del planeta, a menos que tengamos la voluntad de romper nuestras cadenas, comprometernos con un verdadero cambio social y persistamos en nuestro empeño.
A continuación, algunas frases destacadas de "La golosina visual":
"Ya nadie ignora que los grandes medios de producción de comunicaciones audiovisuales están ahora controlados, financieramente, por grupos bancarios, por conglomerados o empresas estatales que asimilan la influencia de los partidos políticos en el poder".
"Dentro del sistema actual, las obras demasiado originales y demasiado personales no reciben ningún estímulo. Por el contrario, el estímulo se orienta hacia las sensibilidades medias que se apoyan en valores indiscutidos y que repiten hasta la saciedad lo que todos admiten sin resistencia alguna".
"La credibilidad de las informaciones televisivas es más elevada en la medida en que el nivel económico de los telespectadores es más bajo. Las capas sociales más modestas apenas consumen otros medios y no pueden corregir, llegando el caso, la versión de los hechos propuesta por la televisión. El telediario constituye la información del pobre; en eso estriba su importancia política".
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